jueves, 12 de febrero de 2009

Desorientado, pero mirando el sol

Desorientado, sin una respuesta clara, con bolas en la garganta, tragando con la mente y hablando con el corazón.... así se sintió el caminante....

Los últimos días han sido duros y confusos, sin saber por que miro el sol, es extraño, he adoptado esta extraña fascinación ultimamente de ver el sol, esa enorme bola de fuego que expulsa vida, parece eterno, podemos tomarlo con la mano?? Desearía guardarlo en mi bolsa, en cierta forma me ha ayudado ultimamente, para mi es importante saber donde está siempre, no me gusta que se vaya sin decir adiós....

A veces me hiere pero sigo viéndolo, desgarra los ojos y el alma como un cuchillo asesino pero queda el placer de sentirlo, de verlo, de saber que es mío por que lo siento cerca.... Me gusta verlo atrás, delante y más aun a mi lado, me gusta cuando camina conmigo, me gusta cuando me sorprende llegando sin avisar...

Me gusta por que cuando lo veo y luego cierro los ojos sigo viéndolo, pero me gusta más aún por que luego de verlo todo se ve con colores distintos, embriaga con sentidos nuevos y habla con suavidad y dulzura...

El caminante iba solo, un poco cansado, más que todo herido pero mirando el sol recibió el ultimo golpe y cayó a la orilla mientras su sombra daba vueltas alrededor de su cuerpo...

domingo, 8 de febrero de 2009

se acostó y sintió la mente pesada....

Todo el día iba bien el estaba feliz, disfrutaba solo el hecho de ella y el felices, pero entonces le dieron una noticia que no esperaba, una conversación difícil le anunciaron, el no tiene idea de que es, de en que hizo mal, o de que falló, asustado no podía imaginarse los hechos de si pasara lo que el menos quiere, lo peor de todo es que solo imaginaba lo malo que podía pasar, la noticia le quito el aire, no podía concentrarse en otra cosa, se fue al cuarto se acostó y vio el techo.....

Empezó a sentir un frio terrible en sus pies, luego poco a poco mientras se llenaron sus ojos de lágrimas fue perdiendo el sentido de un brazo, luego el otro murió, sus piernas desaparecieron y solo sentía sus pies muy fríos, la mente le pesaba con ideas que desesperaban, ideas de tristeza, ideas de confusión que se comían ilusiones y sueños, esperanzas y sonrisas, a pesar de que aún no sabe nada está muy asustado, su amiga lo consoló, se distrajo por un rato pero al colgar no podía dormir, las ideas no se iban y el susto continuaba.

El esta tratando de seguir el consejo de su amiga y no esperar lo peor, se consuela con la idea de una caminata bajo la lluvia por las calles de parís y una reciente por las calle de san José como dos inseparables.